


AGENCIA NACIONAL ESPACIAL
DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Pro libertate et humana progressio
LANZAMIENTO
7 DE SEPTIEMBRE 2025
"Observamos el espacio para entender la vida;
aplicamos la ciencia para transformarla."














UNA NACIÓN QUE MIRA AL CIELO NO OLVIDA SUS RAÍCES
La Agencia Nacional Espacial de Ciencia y Tecnología es una organización sin fines de lucro, no gubernamental, nacida desde el sector privado, que convoca a mentes brillantes, instituciones visionarias, emprendedores y aliados estratégicos con una misión compartida: impulsar el avance científico, tecnológico y humano con una visión audaz, ética y sin fronteras mentales.
El término “nacional” no alude a un territorio geográfico, sino a una idea más profunda: la creación de una nación simbólica del conocimiento, donde especialistas de distintas partes del mundo convergen con un propósito: transformar el presente e imaginar el futuro a través de la ciencia. Actualmente contamos con Sede en México, Ecuador, Argentina e India.
Nacimos de una necesidad real: la urgencia de unir talento, tecnología y voluntad organizada para construir un nuevo porvenir de ahí nuestro lema Pro Libertate Et Humana Progressio (Por la Libertad y el Progreso Humano). Sabemos que el conocimiento transforma, que la innovación redefine lo posible, y que la colaboración puede redibujar el destino de una civilización.
Combinamos ciencia, educación, sostenibilidad e innovación en una sola plataforma de pensamiento y acción, capaz de articular proyectos transformadores, formar nuevas generaciones de líderes y crear puentes entre la investigación, la industria, la sociedad y el futuro.
Nuestro objetivo es generar, coordinar y promover proyectos de alto impacto en los ámbitos espacial, científico y tecnológico, orientados a fortalecer la soberanía del conocimiento, la innovación aplicada y la proyección global de nuestras capacidades.
La Agencia opera como una arquitectura de integración entre investigadores, universidades, centros de innovación, sectores productivos y organismos públicos, facilitando soluciones basadas en evidencia, con enfoque sostenible y visión a largo plazo.

La Humanidad y el Espacio a Través del Tiempo
Desde el amanecer de la humanidad, hemos mirado al cielo buscando respuestas. Las estrellas fueron nuestras primeras brújulas, la Luna nuestro calendario, y el Sol la medida de nuestros días. Lo que comenzó como un asombro ancestral ante los misterios del firmamento, se transformó en un impulso imparable por comprenderlo.

III A.C
El cielo como misterio
Desde hace miles de años, los humanos miraban al cielo con curiosidad y asombro. Veían las estrellas brillar, la Luna cambiar de forma y el Sol moverse por el cielo. Las civilizaciones antiguas, como los babilonios, egipcios y mayas, ya sabían muchísimo sobre el espacio. ¡Incluso podían predecir eclipses y sabían cuándo cambiarían las estaciones!
Los babilonios, que vivieron en la zona donde hoy está Irak, fueron de los primeros en anotar lo que veían en el cielo. Hacían tablillas de barro donde escribían los movimientos de la Luna, el Sol y los planetas. Gracias a ellos, se empezó a entender cómo cambian las posiciones de las estrellas con el tiempo.
Los egipcios usaban el cielo para organizar su calendario y saber cuándo llegaba la temporada de lluvias y cosechas. ¡Ellos notaban cuándo aparecía la estrella Sirio al amanecer, porque sabían que eso significaba que el río Nilo iba a crecer! También construyeron las pirámides alineadas con ciertas estrellas. ¡Increíble!
Los mayas, en América, fueron expertos en la Luna, el Sol, los eclipses y los planetas. Tenían observatorios astronómicos y usaban calendarios súper precisos. Podían predecir eclipses solares y lunares sin ninguna computadora, solo mirando el cielo con paciencia.

Ciencia y evolución astronómica
Después de las grandes civilizaciones antiguas como los mayas, egipcios y babilonios, que miraban el cielo para saber las estaciones y predecir eclipses, empezaron a aparecer científicos valientes que se atrevieron a decir cosas nuevas sobre el universo… aunque muchos no les creyeran.
Nicolás Copérnico, que vivió hace más de 500 años en Polonia, hizo algo increíble: dijo que la Tierra no era el centro del universo, sino que giraba alrededor del Sol. ¡Eso fue una idea súper atrevida en su época! Todos pensaban que el Sol, la Luna y las estrellas giraban alrededor de la Tierra. Pero Copérnico se dio cuenta de que eso no tenía sentido con lo que observaban en el cielo. Así nació la idea del modelo heliocéntrico (helios significa Sol en griego).
Años después, apareció otro genio: Galileo Galilei, en Italia. Fue uno de los primeros en usar un telescopio para mirar el cielo. ¡Y vaya que descubrió cosas increíbles! Vio que la Luna tenía montañas, que el Sol tenía manchas, y que Júpiter tenía lunas girando a su alrededor. Eso fue una gran prueba de que no todo gira alrededor de la Tierra. Galileo apoyaba las ideas de Copérnico y, aunque fue muy criticado, nunca dejó de buscar la verdad.
Finalmente, apareció Isaac Newton, un científico de Inglaterra que revolucionó todo. Él explicó por qué los planetas giran alrededor del Sol: ¡por una fuerza invisible llamada gravedad! Newton dijo que la misma fuerza que hace caer una manzana del árbol es la que mantiene a la Luna girando alrededor de la Tierra y a los planetas girando alrededor del Sol. También inventó muchas cosas de matemáticas para explicar todo esto.

Siglos XVI–XVII
La carrera espacial
Después de la Segunda Guerra Mundial, el mundo estaba dividido en dos grandes potencias que competían en todo: la Unión Soviética (URSS) y los Estados Unidos (EE.UU.). Esta competencia no solo era política y militar, también se extendió hacia un nuevo y fascinante objetivo: ¡el espacio exterior!
Así comenzó la llamada Carrera Espacial, una competencia por demostrar quién podía ir más lejos, más rápido y con mayor tecnología… ¡hasta llegar a las estrellas!
En 1957, la URSS sorprendió al mundo entero lanzando el Sputnik 1, el primer satélite artificial en la historia de la humanidad. Era una pequeña esfera metálica con antenas que daba vueltas a la Tierra enviando una señal “bip bip” que todos los científicos del mundo podían escuchar. Ese sonido significaba algo claro: los soviéticos habían llegado primero al espacio.
Estados Unidos no quiso quedarse atrás. En 1958, lanzó su propio satélite llamado Explorer 1, utilizando un cohete llamado Juno I. A diferencia del Sputnik, este satélite también llevaba instrumentos científicos y ayudó a descubrir los cinturones de radiación Van Allen que rodean nuestro planeta.
Ese fue solo el comienzo de una carrera llena de avances y logros: satélites, animales al espacio, humanos orbitando la Tierra, caminatas espaciales y, finalmente, la llegada a la Luna. Pero todo empezó con esos dos satélites pioneros, que marcaron el inicio de la era espacial y cambiaron para siempre nuestra relación con el universo.


Esta competencia marcó el inicio de la Carrera Espacial, una rivalidad científica y tecnológica que definiría toda una era.
1945-1969
El Alunizaje
20 de julio de 1969. El mundo entero contenía la respiración mientras miraba sus televisores en blanco y negro. Después de años de competencia, avances científicos y miles de pruebas, la nave Apolo 11 de la NASA había llegado a la Luna. Ese día, el astronauta Neil Armstrong dio un pequeño paso hacia abajo desde la escalerilla del módulo lunar y pronunció una de las frases más famosas de la historia:
"Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad."
Con ese paso, por primera vez en la historia, un ser humano caminaba sobre otro cuerpo celeste fuera de la Tierra. Armstrong, seguido por su compañero Buzz Aldrin, exploró la superficie lunar mientras Michael Collins orbitaba alrededor de la Luna en el módulo de comando.
Fue una hazaña tecnológica sin precedentes: se vencieron enormes retos de ingeniería, navegación, comunicación y supervivencia en el espacio. La misión no solo demostró lo que la humanidad podía lograr con ciencia y trabajo en equipo, sino que también se convirtió en un símbolo de paz, exploración y esperanza.
En la superficie lunar, colocaron una bandera de Estados Unidos, una cámara para transmitir en vivo, instrumentos científicos... y también una placa con un mensaje que decía:
“Aquí, hombres del planeta Tierra pusieron pie por primera vez en la Luna, julio de 1969 d.C. Vinimos en son de paz, en nombre de toda la humanidad.”

1969
Vida en Órbita
¿Sabías que hay personas que han vivido en el espacio durante meses enteros? ¡Así es! No solo van a dar una vuelta y regresan. Desde hace décadas, los humanos han construido lugares especiales para vivir y trabajar fuera de la Tierra. ¡Como si fueran casas flotantes en el cielo!
Todo comenzó en 1971, cuando la Unión Soviética (URSS) lanzó la Salyut 1, la primera estación espacial de la historia. Era como un gran tubo metálico que flotaba alrededor de la Tierra. Allí, los astronautas soviéticos comían, dormían y hacían experimentos científicos en el espacio. Aunque era pequeña y solo estuvo poco tiempo en órbita, fue el primer paso para aprender cómo vivir en el espacio.
Con el tiempo, las estaciones espaciales se fueron haciendo más grandes y mejores. Pero lo más emocionante llegó en 1998, cuando muchos países del mundo se unieron para construir una estación gigante y moderna: la Estación Espacial Internacional, o como muchos le dicen, la EEI (o ISS en inglés).
La Estación Espacial Internacional es como una ciudad flotante que gira alrededor de la Tierra a toda velocidad, ¡dando una vuelta completa cada 90 minutos! Dentro de ella, los astronautas viven en gravedad cero, lo que significa que flotan por todas partes como si fueran superhéroes.
Allí hacen experimentos increíbles: cultivan plantas sin tierra, estudian cómo se comporta el cuerpo humano sin gravedad, observan las estrellas sin la molestia de la atmósfera... ¡y hasta ven 16 amaneceres y atardeceres al día!
Lo más bonito de la EEI es que no pertenece a un solo país, sino que es un proyecto de colaboración internacional. Astronautas de Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá y Europa trabajan juntos como un solo equipo, demostrando que la ciencia puede unir al mundo.

1971
Exploraciones remotas
Aunque los humanos todavía no han viajado más allá de la Luna, hemos encontrado formas increíbles de explorar el universo… ¡sin siquiera salir de la Tierra! ¿Cómo lo hemos hecho? Gracias a misiones espaciales valientes y súper inteligentes que nos han mostrado planetas, estrellas y galaxias lejanas. Vamos a conocer algunas de las más impresionantes:
Voyager 1 y Voyager 2 fueron lanzadas en 1977 por la NASA. Imagina dos pequeñas naves robot que salieron disparadas al espacio para conocer el sistema solar… ¡y nunca regresaron! Su misión era visitar planetas como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, y enviar fotos increíbles que los humanos nunca habían visto antes.
Y aquí viene lo más loco: ¡aún siguen viajando! Más de 40 años después, siguen enviando señales desde el espacio profundo. De hecho, Voyager 1 es el objeto hecho por humanos que está más lejos de la Tierra. ¡Ya salió del sistema solar! Es como si fueran mensajeros solitarios flotando por la oscuridad, llevando saludos de la Tierra al universo.
Luego está el telescopio espacial Hubble, lanzado en 1990. Es como un superojo gigante flotando en el espacio, que toma fotos de galaxias, estrellas y nebulosas con una claridad que nunca habíamos tenido. Gracias a él, vimos imágenes de millones de estrellas, nacimientos de galaxias y hasta agujeros negros. ¡Es uno de los telescopios más famosos del mundo!
Pero también hemos explorado lugares mucho más cercanos… como nuestro vecino rojo, el planeta Marte. Para eso, enviamos rovers, que son como carritos robot con cámaras, brazos y herramientas para analizar el suelo, las rocas y el aire marciano.
En 2012, llegó Curiosity, un rover valiente que ha recorrido kilómetros sobre Marte, buscando pistas de si alguna vez hubo vida allá. Toma fotos, analiza minerales y hasta canta “Happy Birthday” cada año.
Y en 2021, llegó su hermanito más moderno: Perseverance, que además de investigar, lleva un pequeño helicóptero llamado Ingenuity, el primero que ha volado en otro planeta. ¡Un verdadero pionero!

1977
Ciencia y evolución astronómica
¡El espacio ya no es cosa solo de astronautas con trajes blancos y banderas en la Luna!
Hoy, hay nuevos exploradores que están cambiando la historia… ¡y algunos ni siquiera son países! Son empresas, científicos de todo el mundo y robots súper modernos que están llevando nuestras aventuras cósmicas más lejos que nunca.
¿Has oído hablar de SpaceX? Es una empresa creada por un inventor muy famoso llamado Elon Musk. Su sueño es que algún día las personas comunes como tú o yo podamos viajar al espacio. SpaceX ha construido cohetes que vuelan al espacio y regresan a aterrizar como si fueran helicópteros gigantes. ¡Es como ver una nave espacial hacer un truco de magia! También ayudan a llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional y quieren construir una ciudad en Marte. ¿Te imaginas?
Por otro lado, la NASA no se ha quedado atrás. Desde 2022, inició un nuevo proyecto llamado Artemis, con un objetivo increíble: ¡volver a la Luna! Pero esta vez no solo para plantar una bandera, sino para quedarse a vivir allá. Van a construir una base lunar, enviar a la primera mujer y a personas de diferentes orígenes, y usar la Luna como paso para ir más allá… ¡a Marte!
Y si creías que ya habíamos visto todo, prepárate para conocer al telescopio espacial James Webb, lanzado en 2021. Es como el hermano mayor y más poderoso del Hubble. Con él, podemos ver galaxias que nacieron hace miles de millones de años, ¡cuando el universo era un bebé! Es tan potente, que podría ver una luciérnaga en la Luna desde la Tierra (bueno, casi).
Lo más genial es que ya no solo participan Estados Unidos y Rusia. Ahora hay científicos de Europa, Asia, América Latina y otros lugares trabajando juntos. La exploración del espacio se ha vuelto global, y todos pueden aportar algo, ya sea un cohete, un satélite, un robot o una gran idea.

2021-2025

Impulsamos el uso de tecnologías avanzadas para abrir nuevas fronteras del conocimiento, promover la sustentabilidad, mejorar la salud con ciencia de vanguardia y liderar la transformación digital mediante inteligencia artificial y tecnologías emergentes.

Nuestra Misión Fundamental

ESTRUCTURA DE LA
AGENCIA NACIONAL ESPACIAL

HERALDOS
Consejeros Eméritos
Los Heraldos son el órgano consultivo de alto nivel compuesto por expertos eméritos que brindan dirección estratégica, visión a largo plazo y respaldo ético a las decisiones clave de la misión

Guardianes del legado y los arquitectos del futuro.

CAPITANES
Cuerpo Profesional de la Misión
Los Capitanes son los líderes estratégicos y operativos que dirigen las 13 misiones de la Agencia Nacional Espacial de Ciencia y Tecnología. A diferencia de los Heraldos, que representan los ejes filosóficos de la Agencia, los Capitanes traducen esa visión en acciones concretas.
Cada uno comanda una misión como si se tratara de una embarcación con rumbo definido, coordinando personas, recursos, saberes y territorios. Su responsabilidad es garantizar que cada misión logre sus objetivos con impacto social, excelencia técnica y enfoque territorial.



La Alianza es la fuerza social de la Agencia Nacional Espacial de Ciencia y Tecnología. Reúne a personas de todos los ámbitos para impulsar, difundir y dar vida a las misiones de la Agencia desde la cultura, la educación y la participación ciudadana.

PROYECTOS
ESTRATÉGICOS
La Agencia Nacional Espacial de Ciencia y Tecnología transforma el pensamiento en acción. Cada misión y descubrimiento se convierte en un proyecto real que impacta comunidades y territorios. Sus proyectos insignia muestran que la ciencia es una herramienta viva que responde a los desafíos actuales, integrando conocimiento, tecnología e innovación directamente en las necesidades del entorno.

“El espacio no es sólo la última frontera, es el futuro de la humanidad”.
Rick Husband
Comandande de la Misión STS-107